Jorge Álvarez, 35 años como referencia del deporte en AFALP

Su historia, que es parte de la historia misma del club, empezó por 1986 “cuando tenía pelo largo y unos cuantos kilos de menos” como recuerda el propio Jorge. Empezó como profe de fútbol en tiempos en que se entrenaba “en cancha de tierra y sin luz” en el Poli. Con el paso del tiempo fue involucrándose cada vez más en el crecimiento del fútbol y todas las actividades del club. En el 2000 asume como Director Deportivo, cargo en el que sigue trabajando hasta hoy.
En este tiempo como Director pasaron muchas cosas en el país y en el club, algunas muy fuertes como la crisis del 2001 que generó la idea de Jorge del Pase Libre y la actual pandemia que obligó al club a reestructurar en cada fase de restricciones las distintas actividades.
“Estamos casi en funcionamiento pleno de todas las actividades. Se tarda un poco más con unas muy pocas en las que participan menores de 7 años. El problema con los más chiquitos es que su vínculo es muy físico, muy personal con los profes y sus compañeros. Es muy difícil en esas edades mantener las distancias y los protocolos. Igual, estamos muy cerca de estar todos ya de regreso en el club. ”
¿Es complicado organizar las actividades con los protocolos y distintas limitaciones?
Es un desafío permanente que va cambiando de forma constante. Empezamos con burbujas muy chicas que a medida que pasa el tiempo, se siguen ampliando obligándonos a reordenar todo. Los deportes federados de Afalp por ejemplo, volvieron sólo con entrenamiento físico con distancia entre los jugadores y ya estamos cerca de iniciar a las competencias. Incluso entre ellos hay diferencias porque no es lo mismo vóley que el handball o básquet que son deportes de invasión de campo y contacto con el otro equipo. Ordenar todas estas variables es un trabajo, un trabajo en equipo con los coordinadores y los profes. Siempre cumpliendo estrictamente los protocolos oficiales.
¿La Municipalidad autoriza los avances en el protocolo?
Sí, en el club seguimos esas disposiciones. Al principio había mucha diferencia entre lo que hacían algunos afuera y nosotros en Afalp pero nuestra responsabilidad con la institución y con los socios es muy importante, por eso desde el primer momento cumplimos con lo que indica el Municipio y la Provincia. Participo de un grupo de Directores Deportivos de clubes importantes del país y todos coincidimos siempre que éste era el camino correcto. Mucho más en nuestro caso que somos un club de barrio, con gran referencia en toda la comunidad.
El concepto “club de barrio” siempre está presente
Siempre. Es desde donde trazamos los objetivos del deporte como formación integral de los chicos. Afalp no sólo es muy importante para los socios, el vínculo es muy fuerte con toda la comunidad. Nuestro club es el espacio para que los alumnos de la 17, el Schull, la 28, el Alas o la Técnica 4 por ejemplo, hagan deporte y jueguen. Son muchísimos los chicos de la zona que vienen a Afalp.
En la charla, Jorge Álvarez reitera muchas veces el concepto jugar como esencia de lo deportivo formativo para los chicos. Una idea estructural que involucra la participación por encima de la búsqueda de resultados y al mismo tiempo es base fundamental para mejorar el rendimiento deportivo para competir.
“Siempre digo lo mismo, no hagan ir a un chico que viene siempre a entrenar para jugar 3 minutos. Un club de barrio formativo debe dar la alegría de jugar, de participar. Que ese nene que se emociona por ponerse la camiseta y prepararse los botines o las zapatillas antes del partido, cumpla con alegría sus ganas de jugar en su equipo. Y nosotros debemos hacer que todos los chicos de cada actividad participen, disfruten.”
“Los deportes se aprenden jugando. El entrenamiento da herramientas, perfecciona pero el deporte siempre se aprende jugando. No es lo mismo tirar al aro en un entrenamiento que hacerlo durante un partido. Durante la competencia hay que resolver situaciones que sólo se aprenden en el mismo juego. Lo importante es el proceso, la evolución táctica, física y cognitiva de cada chico en su deporte.”
En el final, Jorge explica la gran diferencia en los objetivos entre un club competitivo de barrio y un club de competencia profesional.
“Para disputar ligas profesionales o altamente competitivas tenés que hacer lo mismo que los clubes con esos objetivos, contratar y traer jugadores de afuera. Más allá del tema económico, que puede resolverse o no, el gran problema de eso es que al traer jugadores externos a las primeras, muchos jóvenes que estuvieron a lo mejor 10 años o más en Afalp jugando en las inferiores, no van a poder llegar a la primera de su club. No van a poder cumplir ese sueño aunque se ganaron el derecho con tanto entrenamiento y ganas, y sin dudas después de tantos años, son dignos de representarnos.”
“Claro que me gusta ganar como a todos. Pero prefiero un equipo de Afalp que no es campeón que se junta a disfrutar un asado todos juntos contentos de ser parte, a uno que sale campeón y al torneo siguiente tienen menos plantel porque los chicos no se sienten a gusto, no son parte de un equipo.”